En el medio de las diferencias expuestas en los últimos días dentro del Frente de Todos, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, reveló que le regaló un libro para su cumpleaños al presidente Alberto Fernández y dejó un fuerte mensaje sobre el rol de la dirigencia política, al tiempo que advirtió sobre el peligro de "conceptos empaquetados" que "le venden a los argentinos" y se genera un problema "cuando se lo venden a las clases dirigentes argentinas".
Al encabezar en el Congreso un homenaje a los trabajadores legislativos que hace 40 años combatieron en la Guerra de Malvinas, la exmandataria recomendó el libro "Diario de una temporada en el quinto piso", de Juan Carlos Torre, momento en que aprovechó para referirse a la interna del Frente de Todos: "Hoy se lo mandé de regalo al Presidente para que después la vocera no diga que no le regalo nada en el cumpleaños. Ya veo el lunes 'miren si será mala la vicepresidenta que ni siquiera le da un regalito en el cumpleaños'".
Fernández de Kirchner detalló que el libro "es muy interesante, de una extraordinaria actualidad" y que el mismo "relata las experiencias del primer gobierno democrático y los distintos equipos económicos que lo sucedieron".
En ese sentido, y al hacer referencia al contenido del libro, dejó un fuerte mensaje para el interior del Frente de Todos: "Voy a una crónica de ese libro que no tiene desperdicio, que tiene que ver con esto de los conceptos empaquetados que le venden a los argentinos. El problema es cuando se lo venden a las clases dirigentes argentinas".
Y continuó: "Porque la sociedad tiene tantos problemas que no tiene tiempo para hacer finas disquisiciones, pero quienes nos presentamos para conducir sus destinos no podemos tener esos errores".
La presidenta del Senado también contó que le recomendó el libro al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quién todavía no lo leyó, y relacionó el texto a la intención de los ministros del expresidente Raúl Alfonsín, Juan Sourrouille y José Luis Machinea, de privatizar en su momento el polo petroquímico y la advertencia del Banco Mundial de que Estados Unidos se opondría porque iba contra sus intereses de que Argentina fuera competitiva en ese terreno. Fue en ese momento que la vicepresidenta tomó a Estados Unidos como un ejemplo de defensa de interés.