El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha acordado la tarde de este martes por unanimidad designar magistrados del Tribunal Constitucional al presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, César Tolosa, de tendencia conservadora, y a la expresidenta de la Sala Cuarta del alto tribunal María Luisa Segoviano, progresista. Eran los dos magistrados propuestos por el sector conservador y ambos han salido adelante con el voto de los 18 vocales del órgano, incluidos los ocho progresistas, que han renunciado a su candidato, el magistrado José Manuel Bandrés. Fuentes de este grupo señalan que los ocho vocales han adoptado esta decisión “por sentido institucional”.
La elección de Tolosa y Segoviano implica la renovación inmediata del tribunal de garantías, que pasará de tener una mayoría conservadora a una progresista. El Gobierno de Pedro Sánchez no ha aclarado, por ahora, si va a seguir adelante con la reforma legal que iba a impulsar para rebajar la mayoría necesaria para estos nombramientos, y que provocó la semana pasada la primera suspensión cautelar de una tramitación legislativa por parte del Tribunal Constitucional.
La renovación pendiente del Constitucional supone nombrar a cuatro magistrados: dos los elige el Gobierno y dos el CGPJ. El Ejecutivo designó a los suyos (Juan Carlos Campo y Laura Díez) el 29 de noviembre, pero el Constitucional rechazó permitir que tomaran posesión sin que el CGPJ eligiera sus dos nombres, porque había dudas sobre la legalidad de una renovación parcial. Con esta decisión, los cuatro nuevos magistrados del tribunal de garantías podrán tomar posesión en los próximos días o semanas y el Constitucional quedará compuesto por siete jueces de sensibilidad progresista y cuatro de sensibilidad conservadora.
El Ejecutivo ha aplaudido el resultado de la votación del órgano de gobierno de los jueces. Según admiten fuentes del Gobierno y del CGPJ, estaba informado con antelación de la decisión de los progresistas. “El Gobierno valora muy positivamente el nombramiento de los dos magistrados del TC por parte del CGPJ. Es lo que esperábamos desde hace meses y a lo que obligaba la ley desde septiembre. Pese al retraso y el bloqueo provocado por el PP, hoy el CGPJ ha cumplido sus obligaciones, la ley y la Constitución”, ha señalado el Ejecutivo en un comunicado en el que se felicita por el cambio de mayorías en el tribunal de garantías. “Los dos magistrados nombrados son, como ha ocurrido siempre con los nombramientos del CGPJ, uno de sensibilidad conservadora (César Tolosa) y otra de sensibilidad progresista (María Luisa Segoviano). Ahora, el TC tendrá que validar también a los otros dos nuevos magistrados del Constitucional nombrados por el Gobierno (la catedrática Laura Díez y el magistrado Juan Carlos Campo)“, añade el texto, en el que el Gobierno asegura que el desbloqueo del Constitucional convierte a este martes en “un gran día para la democracia española, para sus instituciones y para la Constitución”. “El PP no podrá nunca imponer su bloqueo frente al normal funcionamiento de la democracia”, sostiene el Ejecutivo.
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Los populares han reaccionado también a la designación de los dos magistrados del Constitucional, vendiéndola como un éxito del sector conservador y un fracaso del Gobierno. “Es una buena noticia que el Consejo General del Poder Judicial haya llegado a un acuerdo de manera unánime para la designación de dos magistrados al Tribunal Constitucional”, recoge el PP en un comunicado. “Ha quedado demostrado que aquellos a los que el Gobierno insultó gravemente, acusándolos de bloquear los órganos constitucionales, han materializado la propuesta que finalmente ha facilitado el acuerdo. Lo mínimo que debería hacer el Ejecutivo es disculparse con todos y cada uno de los vocales a los que ha insultado en las últimas semanas”, añade el texto, en el que los populares deslizan que el Ejecutivo debería cambiar el nombre de sus dos elegidos como nuevos magistrados del tribunal de garantías. “El Consejo ha cumplido con su deber y ha elegido dos perfiles independientes. Ahora corresponde al Gobierno cumplir con su deber y elegir dos perfiles de ejemplaridad contrastada y no dos altos cargos del Ejecutivo de Pedro Sánchez”, sostienen.
La decisión de los progresistas de votar a Segoviano la han cerrado este mismo martes los vocales de este grupo y no se la habían comunicado a los conservadores, que se han enterado sobre la marcha una vez iniciado el pleno. Según explican miembros del órgano, el presidente suplente del órgano, el progresista Rafael Mozo, contactó uno por uno la semana pasada con los otros cinco consejeros propuestos por el PSOE y la vocal de IU para sondear la posibilidad de aceptar la candidatura de Tolosa y Segoviano. “La prioridad era renovar el Constitucional, y más después de lo ocurrido la semana pasada”, explica un vocal de este grupo, en referencia a la decisión del tribunal de garantías de suspender, por primera vez, la tramitación parlamentaria de una ley. El presidente, señalan estas fuentes, no encontró resistencia y los vocales progresistas quedaron en reunirse este martes a las 15.30, una hora antes del pleno.
La decisión, que ya estaba casi tomada, se ha llevado con discreción porque los vocales progresistas temían que, si el otro bloque la conocía antes de tiempo, hiciera algún movimiento para impedirla. “Si había una posibilidad de renovarlo ya, con Tolosa y Segoviano, no podíamos dejarla escapar”, explica un vocal progresista. Varios consejeros de este grupo señalan que los propios magistrados progresistas de tribunal de garantías les habían hecho llegar la petición de que hicieran lo posible para desatascar su renovación. Algunos vocales estaban además convencidos de que el Constitucional intentaría plantear también la batalla contra la proposición de ley que habían anunciado PSOE y Unidas Podemos para retomar la iniciativa suspendida la semana pasada. El Rey, en su mensaje de Nochebuena, había alertado de la “erosión de las instituciones” y había pedido a todas ellas “ejemplaridad”.
Los 10 consejeros propuestos por el PP necesitaban solo un voto para sumar los 11 necesarios para designar a Tolosa y Segoviano y las miradas estaban puestas en el vocal propuesto por el PNV, Enrique Lucas, el único adscrito al sector progresista que no suscribía la candidatura de Bandrés. Pero los progresistas han sorprendido en bloque a los conservadores dándoles los ocho votos de este grupo. Fuentes conservadoras aseguran que no habían negociado con Lucas para que apoyara las candidaturas de Tolosa y Segoviano, pero confiaban en que así ocurriera. Los progresistas tampoco habían hablado con él, aseguran miembros de este sector. Lucas ha votado a Tolosa y Segoviano, pero lo ha hecho después de que cuatro progresistas se hubieran decantado ya por esta opción. Antes de terminar la sesión ha pedido la palabra para explicar brevemente su voto, advirtiendo que estaba ya cansado de “especulaciones”, señalan miembros del pleno.
Previo a la votación, varios vocales progresistas han explicado que renunciaban a su candidato y aceptaban la propuesta de los conservadores “por sentido institucional”, como “ejercicio de responsabilidad” y para acabar con la situación de bloqueo. “Había que salir de este bucle”, señala un vocal de este sector. Otro consejero consultado explica que la prioridad era acabar con la actual crisis institucional y renovar el Constitucional. “Es una cesión, pero teníamos la sensación de que se había llegado muy lejos, la situación era insostenible. Y son dos candidatos muy buenos, Tolosa es conservador moderado y Segoviano una progresista que va a velar por los principios progresistas en el tribunal”, afirma este vocal. Algunos consejeros de este grupo creen que los conservadores no querían realmente que saliera adelante esta dupla y que su intención era seguir dilatando la elección, pero sacudirse la culpa del bloqueo y endosársela a los progresistas.
Hasta ahora, los nombramientos de magistrados para el tribunal de garantías por parte del CGPJ se habían hecho siempre con acuerdo entre los dos bloques y así pactaron hacerlo también ambos grupos en septiembre, cuando empezaron a negociar la renovación pendiente. Pero la mayoría de los vocales propuestos por el PP pusieron desde el principio trabas a unas designaciones que implican que los conservadores perderán la mayoría de la que ahora gozan en el tribunal de garantías. Durante semanas, maniobraron para bloquear cualquier posible acuerdo, lo que acabó precipitando la dimisión del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes. Tras la renuncia de este, los conservadores, ya sin margen para seguir negándose a negociar, centraron su estrategia en frenar la candidatura de Bandrés. Para ello, exigieron primero que los progresistas pusieran más nombres sobre la mesa y, ante el rechazo de estos, optaron por presentar candidatos afines a este grupo con la esperanza de que algún vocal le diera su apoyo. Finalmente, han conseguido su objetivo. “Hemos renunciado a Bandrés y nos hemos tragado un sapo, es evidente. Pero si alejas el foco creo que hemos hecho lo responsable”, explica un vocal progresista.