La frontera con Bolivia y su histórica permeabilidad por lo extensa (773 km de longitud), preocupa y ocupa a los vecinos que habitan en el límite y a los gobernantes que, en estos tiempos de pandemia, visualizan la problemática más clara que nunca. El coronavirus necesita piernas para transportarse y hasta antes de la cuarentena que impuso esta nueva vida en todo el planeta, ir y venir entre Bolivia y Argentina siempre fue para vecinos de La Quiaca (en Jujuy), Salvador Mazza, Aguas Blancas, Los Toldos, Mecoyita y Santa Victoria Este (en Salta) una cuestión cotidiana y natural. Incluso, muchos vecinos tienen doble nacionalidad con todos los beneficios que ofrece nuestra patria.
Sin embargo, el coronavirus con el inmenso temor que despierta llegó a colocar nuevos mojones y a construir murallas de espanto en la descontrolada geografía que separa a la Argentina de Bolivia, un país hermano donde el virus ya sobrepasó la infraestructura sanitaria y donde algunos testimonios dan cuenta que, por ejemplo en Santa Cruz, ya entierran a los muertos en el fondo de las casas.
Alertadas las autoridades provinciales y nacionales de la cantidad de vecinos que pasaban a diario por los pasos internacionales y por el riesgo que eso representa luego de varios casos positivos a COVID-19 provenientes de Yacuiba, el presidente Alberto Fernández autorizó el apoyo del Ejército a las tareas que realiza Gendarmería Nacional en tres puntos que consideraron claves: Salvador Mazza, Aguas Blancas y Los Toldos. Pero la permeabilidad de la línea fronteriza no solo se focaliza en esos tres puntos.
La difícil geografía entre Salta y Bolivia, enfrenta a localidades que se cruzan a pie de uno a otro lado. Es lo que pasa con la localidad de Mecoyita, en Santa Victoria Oeste, que está a 20 minutos a pie de Rivera, un paraje boliviano donde según contó Cristina Quiroga, vecina nativa de Mecoyita, "hay un caso positivo de coronavirus y la autoridad boliviana va a buscarlo al chico a su casa y la madre le dice que está en el cerro con las ovejas, así que nunca lo encuentran. Los vecinos tienen mucho miedo y piden control urgente".
Quiroga agregó: "Hay un puesto de Gendarmería en el pueblo de Santa Victoria Oeste, pero ahí no sirve de nada, tienen que bajar a Mecoyita y controlar ahí el paso que es libre por ahora y viene mucha gente de Bolivia en vehículo y a pie. Queremos al Ejército en Mecoyita".
Varios vecinos de la localidad fronteriza de Mecoyita se comunicaron con la redacción de El Tribuno para advertir sobre el cruce de ciudadanos bolivianos que llegan desde la localidad de Padcaya en Tarija, donde ya se detectaron casos positivos de coronavirus. Los vecinos dijeron que al no haber control en este paso, lo están usando para ingresar tambores de hojas de coca que incluso se distribuyen en La Quiaca (Jujuy) donde el paso por Villazón está cerrado.
El cacique Benigno Vargas señaló: "Vienen personas en plena cuarentena de lugares infectados en busca de mercadería para contrabando, la cual es entregada por algunos comerciantes de la zona sin respetar ningún tipo de protocolo ni medidas preventivas por COVID-19, a los mismos no les importa la salud de la gente solo les importa recibir dinero. Estamos totalmente indignados con las autoridades del pueblo que no toman medidas de seguridad".
Agregó: "Solicitamos con suma urgencia al gobernador Sáenz que vea nuestra situación o de lo contrario esto generará un caos ya que no contamos con los medios necesarios de salud para enfrentar esta pandemia".
La comunidad de Mecoyita está ubicada en el municipio de Santa Victoria Oeste, que dirige el intendente Víctor Santos Quispe. El sitio informativo Qué Pasa Santa Victoria Oeste informó hace unos días que secuestraron 50 kilos de hojas de coca de un vehículo particular, propiedad de un empleado de la Municipalidad.
"El tráfico de hojas de coca desde Bolivia, donde los casos de coronavirus aumentan mucho cada día, es un peligro para toda la población de Santa Victoria Oeste. Los vecinos pedimos reiteradas veces que se realice un estricto control de estos actos irresponsables, mas en el paraje de Mecoyita que limita con Bolivia y que por las noches se realizan los contrabandos de hojas de coca y de mercaderia sin ningún control ni conciencia por la seguridad", dijo Vargas.
Por: El Tribuno de Salta