LA PRIMERA NAVIDAD CON PADRES SEPARADOS

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    Este año, ella prefiere pasar la Navidad con su papá y con su mamá aparte, en dos lugares distintos, por las trifulcas de ellos el año pasado y que el niño Dios le lleve regalos a ambas partes, pues la última experiencia le enseñó que sus papás no se pueden ver ni en pintura y que es mejor quererlos por separado, aunque en el fondo de su corazón, el deseo más grande sea poder vivir la temporada de diciembre en familia.

    Cualquier Navidad con un hogar desintegrado es dolorosa. Aún cuando se ha superado la infancia, muchos adultos quisieran revivir las Navidades que pasaron cuando sus padres vivían juntos. Para un niño, esta situación resulta cuanto menos dramática, pues no solo enfrenta el dilema de tener que aceptar la separación, sino de pasar una fecha tan importante e intensa lejos del ser que ama (sea papá o mamá).

    La primera Navidad es para los niños de padres separados es una experiencia muy difícil, pues como lo señala la sicóloga infantil María Elena López, un tiempo que tradicionalmente se ha entendido como unión, alegría y el compartir se convierte en incertidumbre pues pensando: con quién la vamos a pasar , quién nos trae los regalos , el niño Dios adónde tiene que llegar , etc. , señala.

    El que los pequeños asuman una Navidad con papás separados de una manera sana y no menos dolorosa, depende ante todo del manejo que los mayores le den a la separación.

    Con papá o con mamá? La separación es un proceso que los niños poco a poco van aceptando. Sin duda, es un episodio que impacta y que deja huella, pues el dolor no desaparece fácilmente.

    Uno de los mayores conflictos que genera en los niños una separación es que se sienten responsables y según el sicólogo de familia Mauricio Orozco, a ellos les queda un sentimiento de culpa pues por mí se separaron , tenían que regañarme mucho , yo me volví un problema .

    Añade el especialista: A los niños es necesario elaborarles un proceso de duelo: negación, ira, tristeza, dolor y al final aceptación, pues para ellos la separación es la pérdida de su estructura familiar. Así, pueden entender que no tienen la culpa .

    La gran mayoría de los pequeños, hijos de padres separados, en la época de Navidad se enfrentan con el dilema de decidir con quién pasar esa fecha, pues como lo afirma López, los que se van con el papá, si están con él, también quieren a la mamá y lo contrario. Es una paradoja terrible, porque el niño se separa de lo que más quiere, y cuando esta con uno, necesita al otro , explica.

    Este es un conflicto emocional que el pequeño supera en la medida en que logra entender que sus papás definitivamente no pueden estar juntos. Pero a los niños no hay que dejarles que resuelvan ese problema solos. Los mayores tienen la responsabilidad de brindarle a sus hijos una Navidad feliz, por encima de todo.

    Según López, cuando la separación es reciente y todavía existen ironías y resentimientos entre los padres, es muy difícil lograr una buena Navidad unidos. Pero si hubo un cierre de la relación en buenos términos, si la separación fue más elaborada y madura y si existe comunicación, la Navidad bien se podría realizar tal y como los niños la quieren, en familia.

    Primero los hijos Los niños con el tiempo pueden aceptar verdaderamente la separación y actuar incluso de un modo sorprendente frente a muchos mayores. Pero lo que su siquis infantil no podría comprender, es que los mayores no logren hacer juntos una Navidad feliz y en paz para ellos. Por eso, por encima de las circunstancias, los adultos deben obrar en aras de lo que sea mejor para sus hijos. Conviene entonces: * Tener madurez. Dice la sicóloga López que los niños siempre querrán una Navidad en familia, así entiendan que sus papás están separados: yo sé que ya no se quieren, ni se hablan, pero quiero que estén juntos .

    Lo ideal sería lograr una Navidad tal y como los pequeños la piden. Los adultos responsables de los niños deberían ser capaces ese día de ofrecer lo mejor y sobreponerse a las propias necesidades, dudas y miedos, y tener en cuenta, por encima de todo, a los niños. Es lo mínimo que se les podría dar, después de un golpe tan duro como la separación , afirma López.

    Al actuar así, añade Orozco, se alivia en los niños ese sentimiento de culpa. Dice el sicólogo: En Colombia se tiene la tendencia a que las separaciones se realicen con sentimientos de ira y rencor que después se transforman en resentimientos. A los padres se les debería exigir que puedan quedar como amigos, así no solo se lograría una separación en buenos términos, sino que además, darían un buen ejemplo a los hijos sobre resolución de conflictos .

    * Planear. Una Navidad con papás separados hay que planearla con tiempo. Cuando la relación se ha resuelto sanamente, se puede decidir pasar esa fecha en familia, donde ojalá los adultos estén en paz y el niño reciba el afecto de su papá y mamá, con la precaución de dejarle claro que el hecho de compartir esa fecha no significa que sus papás van a volver a vivir juntos. Si definitivamente la relación está demasiado deteriorada, lo mejor es programar otra opción. Se pueden hacer dos Navidades, una con cada uno, en distintas fechas, 23, 24 ó 25 de diciembre.

    * Poco alcohol. Darle al niño una Navidad como la pide, depende también de hacer un buen manejo de los tragos. Según el sicólogo Orozco, a los niños les genera mucha angustia y estrés no solo ver que sus papás toman licor, sino que en medio de los tragos sacan todos sus conflictos y resentimientos delante de ellos. Que esto no suceda debería ser una consigna para muchos adultos.

    El dolor de una separación en una época de sentimientos tan intensos no se alivia tan fácilmente como aquí se escribe, pero si se hace un esfuerzo, por los niños, si se les permite manifestar que lo que más desean para esa fecha es tener a sus papás en el mismo lugar y al mismo tiempo, muy posiblemente ellos no tendrán en su memoria que esta fue la Navidad más agradable, pero si sabrán que tuvieron una celebración en paz, donde papá y mamá lograron ser amigos.

    Qué no hacer ese día La sicóloga infantil María Elena López manifiesta a continuación lo que los padres deben procurar evitar hacer en la primera Navidad que se tiene después de la separación: * Los adultos tienen derecho a manifestar tristeza por no poder pasar la Navidad juntos, pero al niño hay que independizarlo de esta situación sin transmitirle resentimiento, pues se le involucra en algo de lo que él no tiene la culpa.

    * No poner a los hijos contra la pared: con quién vas a pasar, conmigo o con tu papá/mamá? .

    * No compensar la ausencia con regalos.

    Y los regalos? * En lo posible los padres deben acordar qué regalos van a dar a los niños.

    * Si el hijo conserva la creencia de que el niño Dios es el que trae los regalos, lo aconsejable es no involucrarlo en: esto te trajo tu papá o tu mamá , pues esa responsabilidad aún se puede sortear en la fantasía. Esto lo trajo el niño Dios a la casa de mamá, y esto lo llevó Papá Noel a la casa de tu papi .

    * Es preciso, si alguno de los dos no está, hacerle ver al niño que el regalo de quien está ausente es enviado con mucho cariño. Tu papi te quiere mucho y te mandó este regalito .

    * El sicólogo de familia Mauricio Orozco sugiere: Los padres separados deben luchar más por jugar con sus pequeños. Todas las actividades lúdicas llenan más que los regalos porque el juego estimula el afecto y el niño entiende que por encima de los conflictos entre sus padres está el amor que ellos sienten por sus hijos .

    Por: LUZ MARTINEZ

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