Mark Andrew Geoffrey Kent habla español con un inconfundible acento británico. Es cordial, sencillo y extrovertido. Un embajador fuera de lo común. Tiene su propio club de fans, una intensa actividad en las redes sociales y más de 55 mil seguidores en Twitter al momento de realizarse esta nota. Sólo para su cumpleaños recibió 4.000 saludos. Usa tarjeta SUBE y viaja en subte. Y publica fotos de sus “accidentes”, como sucedió hace unos meses cuando se cayó corriendo en Palermo.
Es graduado en leyes por la Universidad de Oxford, estudió derecho europeo y economía en la Universidad Libre de Bruselas y administración de empresas en la Open University del Reino Unido. Además fue embajador en Tailandia y Vietnam, entre otros destinos diplomáticos. Está casado con Martine Delogne y tiene dos hijos – Alec (26) y Aurélie (23)- que viven en Londres.
Mark Kent: Yo tenía 20 años, estudiaba leyes y no tenía el dinero suficiente para recibirme de abogado y hacer las prácticas. Entonces, vi un folleto y me pareció muy exótica la posibilidad de viajar y de trabajar afuera. Me postulé dos veces y me aceptaron la segunda. Era algo muy diferente para mí. Yo venía del campo y salí de Inglaterra por primera vez a los 16 años. Ir a estudiar a Bélgica fue una gran aventura. Mi primer destino diplomático fue Brasilia y no sabía exactamente dónde estaba Brasil.
Kent: Sí, porque cada destino es diferente y tiene nuevos desafíos. Me gusta, siempre estamos haciendo cosas interesantes. Tengo colegas muy innovadores y es un gran gusto trabajar con ellos y con los argentinos. Son de muy fácil relación, lo hacen muy directamente, no tienes que adivinar su opinión, lo que piensan.
Noticias: Usted también es un diplomático fuera de lo común. Desestructurado, informal, con mucha presencia en las redes sociales. ¿Cuánto lo beneficia este estilo?
Kent: Las sociedades cambiaron, la tecnología cambió y la manera de hacer diplomacia también. Ahora es mucho más relajado y placentero. Muchos diplomáticos utilizan las redes sociales para tener contacto y aprender lo que piensa la gente.
Kent: Sí, yo pasé tres años en Oxford y conocí gente brillante. Pero si uno no puede relacionarse, ponerse en el lugar del otro, entender su posición, sus inquietudes, sus desafíos, qué quiere de la vida, entonces no puede establecer contacto con la gente, acercarse y buscar progresos. Un buen diplomático no quiere demostrar qué inteligente es.
Kent: Cuando llegué teníamos una embajada no tan abierta y yo decidí abrirla. Mostrarnos a la sociedad quiénes somos, cuáles son nuestros valores. Al inicio, algunos colegas me dijeron que teníamos que tener mucho cuidado porque no sabíamos cómo iba a reaccionar la gente. Y la reacción en su gran mayoría fue sumamente positiva. Yo no lo sabía, pero las cosas que nos hacen reír a los argentinos y a los británicos son muy parecidas. Tenemos un sentido del humor seco, ácido, cínico.
Noticias: ¿Cuál es su balance de estos tres años en Buenos Aires?
Kent: Muy positivo. Hemos hecho el Proyecto Humanitario (para identificar los soldados argentinos caídos en Malvinas que no habían sido identificados), con la Cruz Roja, la comisión de familiares, el gobierno argentino, Aeropuertos 2000 con Eduardo Eurnekian, Julio Aro de No me olvides, Roberto Curilovic, piloto veterano del ’82, Geoffrey Cardozo (capitán británico, ex combatiente, creador del cementerio argentino en Darwin) mucha gente trabajando con el mismo objetivo. Ya se hicieron dos viajes a Darwin y creo que hay 114 soldados identificados. Además, tenemos muy buen contacto con la cancillería argentina y con la embajada argentina en Londres.
Kent: Proyectos de comercio e inversión, llevamos startups argentinas al Reino Unido y hay empresas grandes, como Global, trabajando allá. Proyectos científicos en conjunto en diferentes áreas, como biotecnología, cambio climático. Ahora, bajo la presidencia del Reino Unido, Argentina entró en la asociación científica Eureka. Y los dos países copresiden la Coalición por la Igualdad de Derechos para las personas LGBTI. A nivel local, trabajamos con varias ONGs en temas de género, lucha contra la corrupción, gobierno abierto, transparencia. Cada año hacemos una invitación a que la gente presente proyectos. Y también tenemos actividad cultural. En la fiesta de Harry Potter hubo 2.000 personas, las entradas se agotaron en cuatro minutos, y no sólo eran niños, gente mayor, señoras de más de 70 disfrazadas. Genial.
Noticias: ¿Usted también se disfrazó?
Kent: Yo me disfracé de embajador (risas). Uno tiene el derecho de divertirse también, por eso estoy en las redes, para ver las reacciones de la gente y cómo jugamos un poco. Noticias: No debe ser habitual que un embajador tenga un club de fans. En Argentina debe ser el primero.
Kent: Creo que sí. Cuando me enteré pensaba que era un chiste de mis colegas, pero después conocí a la señora que lo organizó, muy simpática, y también a otros fans. Es muy divertido, intercambiamos chistes. A veces, alguien me invita al asado con sus amigos y yo voy. “Carpe diem” (aprovecha el momento). Hay personas que me cuentan sus historias, de sus abuelos que vinieron de Gran Bretaña, es muy interesante. Gente que le gusta tomar whisky, el futbol.
Noticias: Todo lo que le gusta a usted. De jovencito quería ser jugador de futbol y, además, piloto de avión. ¿Dónde quedaron esas pasiones?
Kent: Qué pena. Cuando tenía 14 años me dijeron que no podía ser piloto porque soy daltónico y también quedó muy claro que no tenía nivel para jugar al futbol. A veces juego, siempre de defensor, pero lo que más hago es ir a correr. Acá los parques son lindísimos.
Noticias: Y es fanático del Arsenal de Londres. ¿Algún club argentino?
Kent: Voy seguido a la cancha, pero no tengo equipo. En el futbol argentino soy muy neutral.
Noticias: Le gusta el mate, el malbec argentino y el asado. ¿Alguna otra cosa?
Kent: Voy al rugby, a ver ópera en el Colón y algún espectáculo de tango cuando vienen extranjeros. Pero no sé bailar ni cantar ni tocar instrumentos.
Noticias: Leí que su abuelo fue un referente importante para usted.
Kent: Sí, era chofer de camión, una persona con mucho honor y dignidad, muy respetado. Yo nací en un condado muy chiquito, en el campo. Mi padre era agricultor y chofer de camión y teníamos animales. Fui el primero en mi familia en ir a la universidad y mi abuelo siempre me dijo que no olvidara que hay que tratar a todo el mundo igual. A la gente del pueblo, en Oxford o en el Foreign Office. Son principios muy importantes. La autenticidad y el respeto.
Noticias: Antes hablaba de los proyectos en común entre los dos países. ¿Qué sucede con la pesca en el Atlántico Sur?
Kent: Estamos intercambiando datos y haciendo cruceros científicos conjuntos. A todos nos interesa preservar la pesca y combatir la ilegal.
Kent: La clave es la gente que vive allá. Es muy lejos, son tres mil personas que viven en condiciones muy difíciles y hay que respetar sus derechos y sus deseos. El Reino Unido respeta la autodeterminación de los isleños. Ellos tienen su propia voz y van a definir su destino. Pero, aunque no estamos de acuerdo en la cuestión de la soberanía, hay muchas áreas en las que podemos colaborar para beneficio mutuo.
Noticias: ¿Qué va a pasar con el Brexit?
Kent: Es un tema complejo y sensible, con gente a favor y en contra. Lo importante es la búsqueda de consensos y que todo quede dentro del marco democrático. Los ciudadanos votaron y hay que cumplir sus deseos. Ahora faltan los detalles de cómo vamos a salir.
Noticias: ¿Cuál es su opinión? Cree que va a ser beneficioso para el Reino Unido?
Kent: El mundo está cambiando muy rápidamente y todo tiene que adaptarse. Muchos ciudadanos piensan que los gobiernos no cumplen sus deseos, no tienen una comprensión de lo que pasa y no atienden sus necesidades. No es blanco o negro, cuando salgamos del Brexit seguramente vamos a seguir con muchos vínculos, especialmente comerciales, con los países de la unión europea. Es un proceso. Pero Brexit no es lo único importante. Están el cambio climático, los cambios tecnológicos, la inmigración, el envejecimiento de las sociedades. Hay muchos desafíos.
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