Que si es la reina del marketing, que si tiene relaciones tóxicas, que si los cosméticos, que la ropa deportiva, que sus romances, que sus carteras. Haga lo que haga, Wanda Nara siempre se posiciona en el centro de la escena. La mediática ex vedette, devenida en botinera y más recientemente en empresaria, dejó la máscara de diva parisina y retomó el perfil de piba popular.
Con la separación firmada y enviada a Italia, Wanda Nara se define como soltera. Sin embargo, el divorcio aún está en stand by y en este momento ella se encuentra en Estambul -nuevo destino futbolístico de su ex, Mauro Icardi-, hospedada en un hotel de lujo, fuera de la vivienda familiar.
Recientemente, un medio turco publicó que el delantero le habría comunicado al Galatasaray, el club donde juega, que Wanda Nara ya no es su representante, por lo tanto les habría pedido que se abstengan de abonar una factura por 1 millón de euros que la rubia habría emitido en compensación por su trabajo como intermediaria para garantizar el pase a préstamo de Icardi desde el PSG a Turquía. Desde el entorno de Nara desmienten categóricamente esta información ya que no es el club turco el que le paga el sueldo a Icardi, sino que lo hace el club francés: “Por supuesto que va a cobrar la comisión que le corresponde”, aseguran.
En el Galatasaray, Icardi recibiría un salario de 750 mil euros. El futbolista argentino recibirá un bono de 75 mil euros si marca 20 goles, y un bono de 3 mil euros por cada victoria.
La división de bienes ya fue firmada por ambas partes el año pasado en pleno “Wandagate” y la mediática se quedaría con el 65% de lo que había en juego. El patrimonio del jugador superaría los 70 millones de euros y se compone de: propiedades valuadas en más de 10 millones, autos de lujo que superarían ampliamente el millón, y un contrato de 10 millones de euros por año en el club turco.
Por otro carril avanza el vínculo con L-Gante, a quien Wanda conoció en diciembre del año pasado, pero comenzó a relacionarse comercial y afectivamente en los últimos tiempos.
En principio, los negocios que los unen son dos. En primer lugar, el referente de “Cumbia 420” fue el modelo elegido por Wanda para el lanzamiento de su campaña de ropa deportiva. Los buzos unisex que lució la pareja tanto en la producción fotográfica como en sus mediáticas salidas se agotaron rápidamente en la tienda. Luego, la pareja protagonizó el explosivo videoclip de “El último romántico”. El video superó el millón de visitas en las primeras 24 horas y se mantuvo como primera tendencia en la Argentina y en varios países de Latinoamérica por más de una semana.
Si bien mediáticamente trascendió que Wanda quería potenciar la carrera del cantante en Europa y que le estaría tramitando una visa de talento para Estados Unidos, fuentes cercanas al cantante aseguran que su visa está en trámite desde hace meses, antes del comienzo del vínculo entre ellos, y que tampoco necesitaría la ayuda de Wanda para explotar su carrera en Europa ya que tiene contratos cerrados hasta 2025. Además, L-Gante hizo shows en 16 ciudades europeas en cinco viajes realizados este año.
De todos modos, la intención de Wanda de intervenir en su carrera existe y desde su entorno afirman que ya le sugirió que cambie de abogado (actualmente es Alejandro Cipolla). Sin embargo, L-Gante mantiene separada la relación afectiva de la laboral, y, si bien escucha los consejos de Wanda, su entorno asegura que “no es ningún boludo” y no quiere que se metan tampoco con el trabajo de su manager, Maxi, “el Brother”, que trabaja con él codo a codo desde hace cinco años.
Más allá de sus hombres, Wanda se aseguró su propia red de ingresos. Tiene su línea de cosméticos que se vende por Internet y en tres locales (uno en Miami, otro en Capital Federal y otro en la Zona Sur del conurbano bonaerense). Además de la ropa deportiva, tiene una línea de trajes de baño y está por lanzar una de ropa interior. Y por supuesto, monetiza sus redes con publicidad.