El presidente Jair Bolsonaro fue hospitalizado el miércoles (14) por una obstrucción intestinal en un hospital de São Paulo, donde recibirá "inicialmente" un "tratamiento clínico conservador", según el último boletín médico, que por ahora descarta una cirugía de emergencia.

Después de las evaluaciones clínicas, de laboratorio y de imágenes, el presidente permanecerá hospitalizado inicialmente en tratamiento clínico conservador", informó el hospital privado Vila Nova Star en el boletín, firmado por el equipo médico encabezado por el doctor Antônio Macedo.

Bolsonaro fue trasladado a última hora de la tarde, en un avión de la Fuerza Aérea, desde Brasilia al aeropuerto de Congonhas, desde donde fue trasladado en ambulancia al hospital privado.

Macedo, quien operó al presidente cuando fue apuñalado durante la campaña electoral de 2018, "notó una obstrucción intestinal y decidió trasladarlo a São Paulo, donde le harán pruebas complementarias para definir la necesidad" de cirugía, informó el Palacio de Planalto.

Bolsonaro, de 66 años, había sido ingresado por la mañana en el Hospital de las Fuerzas Armadas para investigar la causa de un persistente contratiempo, según otro comunicado oficial.

"Chicos, no tengo voz. Si empiezo a hablar demasiado, vuelve la crisis del hipo. El hipo ha vuelto", dijo ayer el presidente, al parecer cansado, ante un grupo de simpatizantes reunidos frente al Palacio de Alvorada.

Desde que asumió el cargo en 2019, Bolsonaro se ha sometido a varias cirugías abdominales para corregir secuelas de la herida de arma blanca que sufrió durante un evento de campaña en septiembre de 2018.

El mandatario fue ingresado a primera hora del miércoles en Brasilia en la unidad de cuidados intensivos y "llegó a ser intubado por precaución", dijo su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, a la radio Jovem Pan.

- "Otro desafío" -El autor del ataque, Adelio Bispo de Oliveira, exmiembro del PSOL, fue diagnosticado con trastorno delirante y declarado inimputable por la justicia. Ahora está hospitalizado en una unidad psiquiátrica de una prisión de máxima seguridad.

Bolsonaro, sin embargo, afirma que el intento de asesinato fue planeado y contó con apoyo político. Una teoría que reiteró el miércoles en un tuit sobre el último problema de salud.

"Otro desafío, como consecuencia del intento de asesinato promovido por exmiembros del PSOL, brazo izquierdo del PT, para impedir la victoria de millones de brasileños que querían cambiar a Brasil. Un ataque cruel no solo contra mí, sino contra nuestra democracia", escribió.

En 2020, el presidente tuvo covid-19, presentó síntomas leves de la enfermedad y no necesitó ser hospitalizado.

La hospitalización de Bolsonaro se produce en un contexto de crisis política y erosión de su popularidad, con acusaciones de corrupción en contratos negociados por su gobierno para enfrentar la pandemia del coronavirus, que ya ha dejado casi 540.000 muertos en el país.

Además, un CPI en el Senado investiga las supuestas omisiones de su gobierno en la lucha contra el coronavirus durante casi tres meses y el miércoles se extendió por otros 90 días.

Las últimas encuestas para las elecciones de 2022 muestran que Lula lo derrotaría por un amplio margen.