A medida que la invasión sobre Ucrania falla, y el ejército que comanda Vladimir Putin no logra su objetivo de tomar Kiev, la reputación del líder ruso como estratega infalible es objeto de un intenso escrutinio. Aparentemente imprudente y mal ejecutado, el plan de Putin podría verse afectado por una mala salud. Y tal línea de pensamiento motoriza el rumor de que el nuevo zar, de 69 años, sufre desde mucho tiempo algún tipo de enfermedad del sistema nervioso central, como el Parkinson.
La semana pasada, tales especulaciones alcanzaron su máxima intensidad cuando comenzó a circular un video de mediados de febrero, donde se ve a Putin dando la bienvenida al líder bielorruso Alexander Lukashenko. Allí se observa al ex agente de la KGB con una mano en el pecho mientras la otra está cerrada en un puño. Cuando su mano comienza a temblar incontrolablemente, Putin la acerca a su pecho, en un aparente intento de detener el temblor.
Parkinson
A pesar de sus esfuerzos, mientras camina hacia su antiguo aliado, se tambalea inestablemente mientras sus piernas continúan temblando. En sintonía, varias fuentes médicas se apresuraron a especular sobre un posible Parkinson, una afección en la que el cerebro pierde células nerviosas, lo que provoca temblores y una rigidez que empeora con el tiempo. Aunque hoy existen varios tratamientos para amortiguar sus efectos no existe una cura para la afección, que puede provocar pérdida de memoria, y hacer que las personas sean más susceptibles a infecciones mortales.
En contrapartida, varios analistas internacionales lo desestimaron: “es poco probable que el líder ruso, que dice no permite ninguna forma de intrusión en su vida personal, publique un video que dé tales indicios de su salud, sobre todo si reviste un cuadro grave”, apuntó Nicholas Brenton.
Además, John Hardy, neurogenetista del Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido, le dijo a la plataforma de noticias alemana Deutsche Welle que el video no le sugería la enfermedad de Parkinson. "Desde mi punto de vista, no hay signos de parkinsonismo. No se veía bien... pero no tenía la enfermedad de Parkinson", analizó.
Y Ray Chadhuri, neurólogo de la Universidad de Londres, coincidió: "Mirando el breve clip, no puedo encontrar evidencia de que pueda hablar de parkinsonismo en Putin". Finalmente, Caroline Rassell, directora ejecutiva de Parkinson's UK, apuntó que dicha enfermedad una condición demasiado compleja con más de 40 síntomas, tanto físicos como mentales, y que sería imposible de juzgar por un clip tan corto.
Cáncer
La versión de que Putin está realmente enfermo, incluso si la condición exacta es difícil de determinar, fue impulsada por Richard Dearlove, ex jefe del M16 británico. El referente del espionaje británico sostuvo ante GB News: "lo que es preocupante es la especulación de que tal vez el comportamiento de Putin, y su racionalidad, esté perjudicada o comprometida por una enfermedad".
Dearlove reveló que había hablado con "varios neurólogos" que evaluaron que "la pérdida de control y la psicosis, son síntomas muy comunes de Parkinson".
Pero cuando se le preguntó hace días a un portavoz del Kremlin si el líder ruso tiene Parkinson, desestimó los rumores como "absolutas tonterías". Aunque durante el fin de semana, los observadores de la salud de Putin desviaron su atención de la enfermedad neurológica hacia el cáncer, como una posible causa de su aparente deterioro de la salud.
Las afirmaciones aparecieron en el popular canal General SVR de Telegram, que dice que su fuente es una figura bien ubicada en el Kremlin. Y coinciden con la especulación de que la cara cada vez más hinchada y la cabeza aparentemente redonda de Putin, son el resultado del uso de esteroides, droga que puede provocar inflamación e hinchazón, y se usa comúnmente en el tratamiento del cáncer.
Según el periódico británico The Sun, que cita a expertos del Kremlin como fuente, el presidente ruso, se sometería en breve a una cirugía para extirparle un tumor. El informe indica que la enfermedad de Putin no es grave, y los médicos personales de Putin habrían manifestado “está progresando” y que la operación sería necesaria para evitar futuras complicaciones.
Reemplazo
Esta no es la primera vez que los problemas de salud de Putin salen a la luz. The Sun recuerda que estos rumores aparecieron ya hace año y medio. En ese momento, General SVR, también informó que el presidente sería operado.
En cualquier caso, las mismas fuentes señalan hoy que la ausencia de Vladimir Putin sería breve, y que su distancia con la primera línea en cuanto a la toma de decisiones sobre la invasión a Ucrania podría no ser especialmente notoria.
Pero el ex KGB ya habría definido que en su ausencia, su actual jefe de espionaje, Nikolai Patrushev, lo reemplazaría. Aunque el nombre de Patrushev es desconocido para el público en general, es una figura muy importante en la invasión de Ucrania. De hecho, jugó un papel decisivo en el inicio de la guerra, según The Sun, convenciendo a Putin de que Ucrania estaba llena de nazis y necesitaba ser sometida.
"Es un peso pesado que vino en 2017 para afianzar las relaciones en la cooperación técnico-militar entre Rusia y Argentina, un vínculo grande e importante para organismos policiales", explicó una fuente del área de inteligencia sobre la visita de Patrushev y su reunión con Mauricio Macri.
De línea dura en el Consejo de Seguridad -el Siloviki que integra el círculo íntimo de Putin-, y ex jefe del FSB (Servicio Federal de Seguridad ruso, principal organización sucesora del KGB soviético desde 1999 hasta 2008), Patrushev, de 70 años, tomaría el control de la invasión a Ucrania mientras su jefe se somete a una cirugía de cáncer.
El principal asesor de Putin es visto como el arquitecto clave de la guerra de Ucrania. Promotor de la teoría de que “Occidente intenta desestabilizar la situación sociopolítica rusa”. “Intentan inspirar y radicalizar el movimiento de protesta, y erosionar los valores espirituales y morales tradicionales rusos", declaró al periódico Rossiiskaya gazeta en marzo de 2021. El halcón de perfil paranoico sería una doble alerta en una posible escalada del conflicto.