El director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dimitri Rogozin, ha anunciado este domingo que Rusia planea poner en servicio alrededor de 50 nuevos misiles balísticos intercontinentales conocidos como Sarmat, con capacidad nuclear, para fines de otoño.
Los cohetes se fabricarán en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, ha explicado a la agencia de noticias Interfax, después de que Rusia realizara el primer lanzamiento de prueba del Sarmat en el puerto espacial de Plesetsk en el norte de Rusia a finales de abril.
El Sarmat, también conocido como Satán II, tiene un alcance de 18.000 kilómetros y puede armarse con ojivas nucleares, lo que permitiría a Rusia alcanzar objetivos en todo el mundo lanzando ataques a través de ambos polos. Los primeros Sarmat estarán estacionados en la región de Krasnoyarsk.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya mencionó el primer lanzamiento del misil en abril para lanzar amenazas contra Occidente en el contexto de su guerra contra Ucrania. El misil, según el presidente, podría superar todo tipo de defensas y obligar a las naciones a «pensárselo dos veces» en caso de un ataque a Rusia.
«La hostilidad de EEUU»
El Gobierno de Rusia ha advertido este jueves del peligro de la participación de ciudadanos estadounidenses en las «hostilidades» en Ucrania y ha manifestado que «tiene lugar en connivencia con la Casa Blanca y los servicios de Inteligencia estadounidenses».
«Estamos hablando de las actividades de la Embajada ucraniana en Washington, contrarias a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, para el reclutamiento de combatientes para la llamada Legión Extranjera de las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania», ha manifestado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova.
En este sentido, Zajarova ha apuntado que la «connivencia» de las autoridades estadounidenses «es otra prueba de que Washington no está interesado en resolver la crisis en Ucrania, sino que, por el contrario, busca azuzar el conflicto, buscando una derrota estratégica de Rusia».
«Reclamamos firmemente a Estados Unidos que ponga fin a estas actividades de la legación diplomática ucraniana, que no sólo suponen una amenaza directa a la vida y la seguridad de ciudadanos estadounidenses y contradice abiertamente su estatus diplomático, sino que amenaza con consecuencias internacionales graves e impredecibles», ha argumentado.
Durante la jornada del martes salió a la luz la muerte en combate en Ucrania de un segundo estadounidense, según un obituario publicado por su familia y confirmado por el Departamento de Estado, según ha recogido el diario The Washington Post. Asimismo, fuentes citadas por medios rusos indicaron que dos estadounidenses capturados en combate en los alrededores de la ciudad ucraniana de Járkov (este) se encuentran en el territorio de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Por su parte, la Presidencia de Rusia ha recalcado que un acuerdo de paz con Ucrania sólo es posible «si Ucrania cumple todas las peticiones» presentadas por Moscú tras el inicio de la invasión, desencadenada el 24 de febrero por orden del mandatario ruso, Vladimir Putin.