Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, tildó este jueves de dictadura perfecta a la Iglesia Católica por no permitir que los feligreses elijan a su máxima autoridad, el Papa, y a los sacerdotes.
¿Quién elige a los curas?”, se preguntó Ortega en un discurso por cadena nacional con motivo del 43° aniversario de la creación de la policía nacional. Si van a ser democráticos, agregó, empiecen a elegir con el voto al Papa, los cardenales y los obispos.
Daniel Ortega calificó de asesinos y golpistas a los religiosos por el apoyo que dieron a las protestas opositoras que sacudieron al país en 2018.
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También criticó a los obispos por haber apoyado una propuesta opositora de recortar su periodo de gobierno cuando oficiaron de mediadores de un diálogo que buscaba una salida a la crisis.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, exiliado en Estados Unidos, respondió vía Twitter que Ortega, en el gobierno desde el 2007 después de tres reelecciones sucesivas, intenta dar lecciones de democracia.
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Las relaciones entre el régimen y la Iglesia se deterioraron desde las protestas del 2018, que el Presidente vinculó a un fallido golpe de Estado urdido por la oposición con el apoyo de Estados Unidos.
La tensión se disparó en agosto con la detención, bajo arresto domiciliario, del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, crítico de Ortega. También fueron detenidos al menos cuatro sacerdotes y dos seminaristas sin precisar los cargos. La policía prohibió recientemente las procesiones religiosas.
En marzo, el Vaticano informó que el nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, fue expulsado de Nicaragua. En julio, el régimen declaró ilegal a la asociación de Misiones de la Caridad, creada por la Madre Teresa de Calcuta. Sus monjas tuvieron que salir del país.