El analista internacional Alberto Ruskolekier habló en Canal E sobre el retroceso estratégico de Irán en Medio Oriente. Según detalló, el país persa sufrió un serio golpe a su programa nuclear y perdió capacidad operativa con sus aliados regionales.
“Fue una derrota, aunque Irán no lo reconozca. El daño a su infraestructura nuclear es importante, con destrucción de centrifugadoras y un gran retroceso en el enriquecimiento de uranio”, explicó. A eso se suma la salida masiva de miembros de Hezbollah: “Ya hay más de 400 miembros radicados en Venezuela y Brasil con sus familias. Es un éxodo que sigue creciendo”.
Trump busca encabezar un acuerdo histórico
Ruskolekier destacó que el expresidente estadounidense Donald Trump trabaja para consolidar un nuevo acuerdo de paz entre Israel y varios países musulmanes. “Trump quiere ser recordado como el líder que resolvió el conflicto en Medio Oriente. Por eso se proyecta un encuentro a fin de año en EE.UU. con actores clave como Arabia Saudita, Indonesia y Malasia”, indicó.
En paralelo, se especula con un posible cese del fuego entre Israel y Hamás que sería anunciado en las próximas semanas.
Preocupación regional: ¿riesgos para Argentina? Consultado sobre el impacto regional del reacomodamiento geopolítico, Ruskolekier advirtió sobre la presencia de ex integrantes de Hezbollah en América Latina. “Muchos se están estableciendo en Venezuela y Brasil. Con fronteras tan permeables como las de la triple frontera —Argentina, Paraguay y Brasil—, el riesgo de infiltración terrorista es alto”, señaló.
Recordó también que Estados Unidos ha alertado reiteradamente sobre esa amenaza, incluyendo informes durante las gestiones de Cristina Kirchner y Javier Milei.
¿Un Medio Oriente distinto es posible?
Más allá del retroceso iraní, Ruskolekier ve señales alentadoras: “Siria estaría dispuesta a firmar la paz con Israel. Incluso el ejército libanés está buscando reducir la influencia de Hezbollah. Y Turquía, con Erdogan, intenta reforzar su liderazgo regional”.
Según el especialista, “el problema no es Irán como país, sino el liderazgo teocrático de los ayatolás. Muchos países musulmanes quieren una solución y buscan que ese modelo desaparezca”.