Con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a ocupar el máximo cargo en el Gobierno brasileño en el día de hoy, las encuestas dan a Lula Da Silva como la persona elegida entre la mayoría de la población con un margen muy corto con respecto a su rival, el liberal Jair Bolsonaro.
Sus principales opciones de llegar al Gobierno, pasan por el electorado más desfavorecido, donde los sondeos indica que el que fuera presidente del país entre 2003 y 2011 sería el elegido entre los más desfavorecidos, con un 57% de los votos en este sector de la población, según un estudio del instituto brasileño Datafolha.
Muchas son las voces discordantes y que no se decantan por un candidato claro, ya que, según una encuesta de la CNN, gran parte del electorado no ve con buenos ojos la llegada al poder de ninguno de los dos por diferentes motivos. En el caso de Lula, tras su pasado al mando del país, mucha gente no cree que sea el indicado, mientras que lo que ocurre con Bolsonaro, que enfrentaría su segundo mandato consecutivo de lograr la victoria, es que otra gran parte del país no está de acuerdo en muchas de las posturas adoptadas por el líder del Partido Liberal, destacando sus posturas acerca del cambio climático, la gestión del Covid o sus medidas liberales.
Brasil, ante la elección más disputada
Y es que, pese a la mejora de la situación económica, uno de los grandes avales de Jair Bolsonaro, con una reducción del paro considerable así como una situación controlada respecto a la inflación, hacen de Bolsonaro, el líder indicado para algo menos del 45% de los electores, algo de lo que el político paulista es consciente.
Por su parte, Lula da Silva, con sus políticas, más sociales respecto a Bolsonaro, y centrándose en los que se encuentran en clara situación de exclusión social, hacen de él un candidato serio para el 49% de los votantes, con una diferencia mínima respecto a su rival.
Ante la llegada del día clave, Bolsonaro publicó en su cuenta de Twitter este enigmático mensaje de una cita bíblica: destacando su lucha “contra potestades y autoridades, contra los gobernantes de este mundo de tinieblas…”
A principios de este mes, después de que la primera ronda de votación no resultara concluyente, el Gobierno de Bolsonaro también anunció un cronograma acelerado de desembolsos de ayuda a los necesitados, así como un programa de vales de gasolina, en lo que se entiende como un intento desesperado por alcanzar los votos de los más pobres. Su proyecto, denominado Auxilio Brasil, se centra en distribuir unos R$ 600 (alrededor de 110 US$) para cada uno de los hogares con ingresos inferiores a los estipulados.
Por otro lado, Lula es considerado el presidente que sacó a millones de brasileños de la indigencia y pobreza extrema mediante el programa Bolsa Familia, que buscaba la equiparación en muchos aspectos entre los más desfavorecidos.