La Antártida, de promedio, es el continente más frío, seco y ventoso, y tiene la altitud media más alta de todos los continentes. La extensión del hielo marino se expande anualmente en el invierno antártico y la mayor parte de este hielo se derrite en el verano. El gran volumen de hielo presente almacena alrededor del 70% del agua dulce del mundo.
También es uno de los continentes menos conocidos debido a sus inclemencias, pero, a la vez, estudiarlo permite generar modelos más precisos de la futura pérdida de hielo, que finalmente afectará al resto del planeta. Por esa razón, el reciente descubrimiento de un río bajo la Antártida de una distancia aproximada a la que separa Madrid de Granada o incluso más largo que el río Támesis, es una buena noticia.
Concretamente, el hallazgo se ha producido en un área en gran parte inaccesible y poco muy poco estudiada que incluye hielo de la Antártida Oriental y Occidental y llega hasta el mar de Weddell. Para realizar la exploración, se usó una combinación de sondeos de radar aerotransportados que pueden escudriñar a través del hielo.
La importancia del hallazgo
La razón por la que es importante el hallazgo es que la cantidad de este hielo que se derrite, y la rapidez con la que se derrite, está relacionada con lo resbaladiza que es la base del hielo. El sistema fluvial recién descubierto podría influir de forma muy significativa en este proceso. Además, la región en la que se basa este estudio tiene suficiente hielo como para elevar el nivel del mar a nivel mundial en 4,3 metros.
Ahora, el equipo responsable de este estudio quiere ir más allá y aprovechar la tecnología desplegada en otras partes del continente antártico para descubrir más ríos fluyendo bajo el hielo y los efectos colaterales de los mismos.
El efecto de los sistemas fluviales bajo el hielo
Ya se tenía constancia desde hace tiempo que el agua fluye bajo las capas de hielo. Estos ríos pueden producirse de dos formas diferentes: por el deshielo superficial que va cayendo a través de grietas profundas, o derritiéndose en la base debido al calor natural de la tierra y la fricción a medida entre el hielo y la tierra.
Lo que sugiere el nuevo estudio es que en la Antártida se está derritiendo lo suficiente en la base de las capas de hielo como para que se formen ríos. Estos canales de agua dulce a alta presión pueden, a su vez, acelerar el proceso de derretimiento del hielo a medida que la base del glaciar se vuelve menos estable.