La disputa diplomática entre Estados Unidos y China se intensificó por el globo que voló sobre espacio aéreo norteamericano antes de ser derribado. Beijing acusó a la Casa Blanca y al Pentágono de una “reacción exagerada” y el “uso indiscriminado de la fuerza militar”, advirtiendo sobre el daño a las relaciones bilaterales. Joe Biden contestó en conferencia de prensa: “Le dejamos claro a China lo que íbamos a hacer. Y que no había marcha atrás”.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, le advirtió a su homólogo, Wang Yi que el globo sería derribado, tras definir que su caída no sería sobre zonas pobladas: sus restos fueron rescatados cerca de la costa de Carolina del Sur. “Si hubiera sido un dirigible estadounidense sobre China solo puedo imaginar la respuesta de Beijing”, se justifican en Washington. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, apuntó que Estados Unidos pudo estudiar el globo y que esperan obtener inteligencia valiosa sobre sus operaciones. El jefe del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad), el general Glen VanHerck, dijo que la aeronave pudo maniobrar aprovechando las diferentes direcciones del viento, y que la ruta del globo parecía haber sido planeada deliberadamente.
Un buque de desembarco anfibio, el USS Carter Hall, es el encargado de supervisar la búsqueda de escombros del globo. Estados Unidos está decidido a ir a fondo con la investigación del globo, que en Langley, sede de la CIA, sugieren podría tratarse de un ardid para calcular el tiempo de respuesta de la Casa Blanca ante una posible agresión. Lo que de todos modos pone en alerta a los estadounidenses, en medio de las tensiones entre ambos gobiernos sobre distintos temas, que incluyen a Taiwán, el comercio y los derechos humanos. Esto llevó a Blinken a posponer su visita a Beijing, prevista para el pasado fin de semana, mientras se revalúa el creciente desafío bélico chino.
China por su parte se victimiza, insiste que el derribo del globo pone en dudas “la sinceridad de Estados Unidos para estabilizar y mejorar las relaciones chino-estadounidenses". Pero tendría un ejército de globos espías: Yoshihiko Isozaki, subsecretario del gabinete japonés, apuntó que un objeto volador que se cree que es chino y similar al derribado por Estados Unidos, ha sido visto al menos dos veces sobre el norte de Japón desde 2020.
Por escrito
Las tensiones se ven rubricadas por la filtración de un memo escrito por un general -de cuatro estrellas- estadounidense que aseguró que su “intuición” le marca que su país estaría en guerra con China en 2025 como consecuencia de un conflicto en el estrecho de Taiwán. El análisis del jefe del Comando de Movilidad Aérea (AMC) de EE.UU., el general Mike Minihan, fue la última predicción de una invasión militar china de Taiwán, desencadenando un debate sobre la preparación del país para tamaño desafío.
El gobierno de China reclama a Taiwán como una provincia, y su líder, Xi Jinping, está empeñado en lo que él llama la “reunificación”, por la fuerza si es necesario. Es una perspectiva que el gobierno y el pueblo de Taiwán rechazan con vehemencia. Un callejón sin salida que ha potenciado las tensiones: el ejército de Beijing se está haciendo más grande y aumenta su ataque coercitivo y acoso sobre Taiwán.
“Espero estar equivocado. Mi instinto me dice que pelearemos en 2025”
, escribió Minihan.
“El equipo, la razón y la oportunidad de Xi están todos alineados para 2025”, agregó el general, en sintonía con el director general de la oficina de seguridad nacional de Taiwán y su ministro de defensa. Minihan recomendó en sintonía, un mayor entrenamiento e integración de la AMC y las fuerzas conjuntas, para “disuadir y, si es necesario, derrotar a China”. El memo de Minihan fue descartado por varios analistas por no ofrecer evidencia, pero en Washington no son pocos los que comparten su corazonada.
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