Solidarios, pero hasta cierto punto. Esa parecería ser la interpretación que hicieron los diputados del artículo que congela la movilidad para los jubilados, a cambio de que se les pague un bono a los que cobran menos de 19 mil pesos. Porque luego de aprobada la media sanción en Diputados se pudo saber que a los ex presidentes, ex jueces y otros funcionarios que están en regímenes especiales no se les suspenderá el beneficio.
Es decir, que mientras los privilegiados del sistema siguen con la movilidad, se congela para los jubilados, que hasta marzo no sabrán cuánto tendrán de aumento.
Como parámetros, mientras que la jubilación mínima es de poco más de 14 mil pesos (y tendrán este diciembre un bono de cinco mil para reforzarlo), Cristina Kirchner por dos pensiones (una como ex presidenta y otra como viuda de Néstor) cobra $ 399.015. Carlos Saúl Menem percibe un haber de $ 340.031 y Adolfo Rodríguez Saá, con menos de una semana como ex primer mandatario, $ 297.087.
Los jueces, que también quedan exceptuados de este congelamiento de la movilidad, cobran alrededor de 300 mil pesos.
El diputado radical Mario Negri intentó en medio de la sesión saber cuáles eran los beneficiados con esta ley que complica a los jubilados, pero no se lo quisieron decir: “Nos vamos a enterar antes de que cante el gallo”, sentenció. Así fue.
“No podía suceder otra cosa que lo que sucedió: un escándalo. Leyeron números de las resoluciones para que no sepamos de qué hablaban, pero no nos decían los nombres. Nosotros preguntamos cuáles son los regímenes que no están congelados y no nos dijeron. Tenían la lista en la mano y no la decían”, contó Negri en una entrevista.
El senador del Frente de Todos de Salta, Sergio Leavy, dijo que tenían que ver cómo salió la ley: “Pero tiene que ser para todos los regímenes especiales o para nadie. Sacar a alguien del congelamiento sería inconstitucional”, dijo en conferencia de prensa. De todas maneras, la indignación de la sociedad ya se hacía sentir.