La noticia de la detención de Quimey Gazal se convirtió en uno de los golpes más importantes a la delincuencia de este último tiempo, ya que la joven de 25 años tenía un doble pedido de captura de la Interpol por continuas estafas, y terminó siendo detenida el viernes pasado en la localidad bonaerense de Monte Grande. Gazal (quien era una de las 10 mujeres más buscadas de nuestro país) integraba una organización, compuesta por unos 10 integrantes, que estafaba jubilados mediante la metodología conocida como “el cuento del tío”. ¿Qué participación tenía Quimey Gazal en los hechos?
Según los investigadores, era la encargada de realizar el llamado a las víctimas haciéndose pasar por un familiar y les aseguraba que necesitaban cambiar sus ahorros en pesos, para que no pierdan valor en una presunta devaluación, es decir, un relato que apuntaba al temor que dejó un pasado en la Argentina.
En febrero de 2019, Cristian Citterio, titular de la UFI Nº20 de General Alvear, comenzó a investigar a la banda tras una denuncia en esa localidad bonaerense. Sin embargo, esa no fue la primera víctima, los detectives descubrieron que ya habían cometido al menos siete estafas con la misma modalidad.
Y lo cierto es que los botines habían sido millonarios: Azul, Tapalqué, Tandil, Balcarce, Gonzales Chaves, Tres Arroyos, Coronel Pringles y Quilmes, son las ciudades en las que dejaron su huella delictiva, aunque también en las provincias de Santa Fe, La Pampa, Neuquén, Chubut y Río Negro.
El fiscal logró identificar a 10 miembros, entre ellos, la joven de 25 años y el presunto líder, Jonathan Ezequiel Ardito, de 36 años, que fue apresado en abril de 2019. En los primeros operativos, la policía Bonaerense secuestraron más de medio millón de pesos, computadoras, chips, celulares y anotaciones con los diálogos para ejecutar las estafas.
El pedido de captura de Interpol.
Luego de hacerse con el dinero, la banda compraba autos de alta gama, varios fueron incautados en los procedimientos para desbaratar la estructura.
Pero aún faltaba atrapar a la chica que daba el puntapié inicial para los robos, por lo que Citterio pidió la captura internacional e Interpol emitió dos alertas rojas, creyendo que la joven intentaría dejar el país pero no lo hizo: permaneció dentro de los límites de la provincia de Buenos Aires por más de dos años con un DNI falso. Tareas de inteligencia permitieron a la DDI de La Plata localizarla y arrestarla y ahora, Gazal espera ser llamada a indagatoria.
Cabe destacar, que Gazal fue atrapada cuando se dirigía en un Ford Ka a un shopping de Monte Grande, en el partido de Esteban Echeverría. Según pudieron averiguar los detectives, se había instalado en el asentamiento conocido como Barrio Coca-Cola.