Las proyecciones de inflación debajo del 30% este año de Martín Guzmán van perdiendo adeptos conforme las subas de los precios de los alimentos no ceden del 4% anual.
Con la inflación de marzo en torno al 4%, solo en los primeros tres meses del año, los precios habrían sumado 11,3%, incluso con buena parte de los precios regulados pisados. De hecho, para los alimentos los precios ya subieron 8,4% en los primeros dos meses del año y si se contemplan subas en los alimentos de hasta el 6% en marzo, 14,9% en el primer trimestre.
Así, incluso si en el segundo trimestre, la inflación cediera al 3% anual, solo en la primera mitad del año, la inflación habría acumulado 21,6%. Y si lo sostuviera en el 3% promedio hasta fin de año, arriba del 45,2%, tal y como lo señaló el último informe del Centro de Estudios para la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
En este sentido, su director y economista Víctor Beker advirtió que: "ya no se trata de saber si la inflación anual alcanzará al 29% propuesto por la autoridad económica, sino si se podrá evitar que vuelva a un nivel cercano al 53,8% registrado en 2019".
El punto es que, por el momento, desde el frente monetario no se han alineado las variables con la desinflación como norte. En cambio, Guzmán prefirió buscar la coordinación de expectativas entre precios y salarios, pero si la referencia del 29% se desdibuja antes de mitad de año, la puja salarial se va a desbocar justo antes de las elecciones de medio término.
"Dada la inexistencia de un plan de ataque a la inflación, los distintos factores que la alimentan seguirán operando a lo largo del año. A la realineación de precios relativos se agrega el aumento del precio internacional de las commodities, que la autoridad económica pretende neutralizar mediante el atraso cambiario, con el daño a la competitividad internacional que ello puede ocasionar.También podría operar en la misma dirección el eventual incumplimiento de la meta de déficit fiscal que fue calculada suponiendo a gran parte de la población vacunada y, por ende, sin necesidad de una nueva cuarentena que obligue a reinstaurar el IFE y el ATP o medidas equivalentes", agregó Beker.
El riesgo, entonces, con la emisión monetaria en torno al 31% anual, es pasar a un régimen de mayor nivel de inflación, como viene vaticinando Carlos Melconian y seguir arrastrando un piso de inflación superior al 40% anual.
"Este año se está incubando un atraso cambiario que el año que viene habrá que corregirlo, porque hay más demanda que oferta de dólares. Por eso para el año que viene también veo una inflación alta, no sé si del 40% o del 45% porque hay que ver primero cómo termina este año, pero comparto el punto que plantea Melconian", dijo el economista en jefe de Ecolatina a este medio, Matías Rajnerman.
"A nosotros el primer trimestre nos da 12% y si bien va a bajar en abril, ni cerca vamos al llegar al 1,7% que hace falta para llegar al 29%. No van a llegar al 29% ni sirve de guía para mucho. El tema está complicado sobre todo porque los grandes drivers de la inflación no se prendieron en marzo: el dólar estuvo calmo, paritarias hubo algo, pero tampoco tanto, se movió un poco el combustible, pero con los dirvers calmos lo que se revela es que la inercia inflacionaria es importante. Por eso creo que va a seguir alta, incluso si en abril va a empezar con tres e incluso puede ser que perfore el 3,5% si no hay movimientos en frente cambiario", agregó.
"También falta actualizar las tarifas y todavía no sabemos ni cuánto ni cuándo. Por eso para el año estamos proyectando 42,5%. Entendemos que los meses preelectorales van a ser los más calmos siempre y cuando el dólar se mantenga tranquilo y después en noviembre y diciembre se va a acelerar. Pero si por la brecha cambiaria o la alta emisión que hubo por el tema covid se moviera más el dólar, entonces más alta sería la inflación", concluyó. Por lo pronto, los pronósticos para la inflación de marzo van del 3,9% al 4,2% como en el caso de las consultoras EcoGo Y C&T Asesores Económicos. Para la primera, con los alimentos subiendo al 4,3% y para la segunda con el capítulo de alimentos y bebidas rondando el 6%. De esta forma, la inflación interanual acumulada quedaría en 40,8%, la mayor desde junio de 2020.
Por Marcia Dell'Oca