Esa subida de las tasas se produjo después de que el gobierno conservador de Liz Truss anunciara el viernes un plan presupuestario que incluye costosas ayudas públicas a las facturas energéticas, y al mismo tiempo importantes bajadas de impuestos.
"El Banco va a efectuar compras de obligaciones gubernamentales a largo plazo", afirmó el BoE en un comunicado, precisando que esta "operación será íntegramente financiada por el Tesoro".
El plan del ejecutivo de Truss, evaluado por los economistas entre 100.000 millones y 200.000 millones de libras (entre 106.000 millones y 212.000 millones de dólares), provocó preocupación en los mercados.
La libra se desplomó el lunes hasta un mínimo histórico de 1,0350 dólares y desde entonces sólo había subido ligeramente.
El miércoles volvió a caer menos de una hora después del anuncio de la intervención por el BoE. Sin embargo, se recuperó al final de la sesión, ganando 1,10%, hasta los 1,0861 dólares, hacia las 16h15 GMT.
"La acción del BoE ha llevado a especular con la posibilidad de que otros bancos centrales actúen para apoyar a sus monedas o mercados de bonos", dijo a la AFP Fawad Razaqzada, analista de City Index, para explicar este nuevo apetito de los inversores por el riesgo.
En los últimos días, el rendimiento de la deuda pública británica, que sube cuando cae la demanda, se ha disparado.
"El movimiento del mercado se ha exacerbado desde ayer y está afectando especialmente a la deuda a largo plazo. Si esta disfunción del mercado continúa o empeora, supondría un riesgo real para la estabilidad financiera del Reino Unido", dijo el BoE para justificar su intervención.
Como reacción, las tasas de interés de las obligaciones a 30 años, que el miércoles por la mañana habían subido a 5,14%, su máximo desde 1998, bajaron rápidamente a 4,47%.
Las obligaciones a 10 años siguieron la misma tendencia, retrocediendo hasta 4,23% tras haber alcanzado un máximo desde 2008 a 4,59%.