En septiembre de 2018, la Cámara Contencioso Administrativo Federal IV suspendió la aplicación de una ley conocida como de “impuesto mínimo”, que beneficiaba directamente los dos jugadores más fuertes del mercado, entre ellos Massalin. La acción de amparo fue solicitada por Tabacalera Sarandí. Según sus directivos, “de aplicarse esta ley, las multinacionales terminarían de monopolizar el mercado del tabaco en la cual ya tienen una posición mayoritaria, y tendrían un beneficio fiscal estimado al año de $10 mil millones”.
Un torbellino de intereses comerciales en el negocio del tabaco, que maneja volúmenes multimillonarios que en la singularidad de la comarca apenas si alcanzan a dimensionar, es el que está afectando a la comunidad de Goya que de pronto ha tenido que comenzar a asimilar la peor de las noticias: la planta de Massalin Particulares, que da trabajo directo a más de 200 personas, podría bajar las persianas. Sería una catástrofe. Si bien todavía no hay certeza de tal determinación por parte de la empresa, la primera señal infunde temor pues comenzaron a desmantelar gradualmente la fábrica.
No es una buena señal, especialmente porque no está claro si la decisión de la firma es continuar con la planta en Goya. La duda la dejó traslucir el intendente local, Francisco Ignacio Osella (UCR), quien se ha movido con agilidad para encontrar respuestas, que lamentablemente todavía no tiene. El jueves se reunió con el ministro de Producción de la Nación, Dante Sica, y el directivo de Massalin, Matías O’Farrell, que sirvió para identificar el problema. No es la crisis económica que envuelve al país (o sí, pero no es la principal causa), el malestar de la multinacional Massalin es por los beneficios impositivos que goza una competidora emergente, que le está quitando parte del mercado.
Sucede que la pequeña firma llamada Tabacalera Sarandí se asoció con la británica Imperial Tobacco, con inversiones amplió su capacidad de producción y además consiguió un fallo en los tribunales Contenciosos Administrativos porteños que la exime del “impuesto mínimo” a los cigarrillos. Eso le permite comercializar sus productos a mitad de precio y así comenzó a ganar terreno, dicen que ya tiene el 20% del mercado.
Para Massalin, que ha tenido históricamente una posición dominante, incluso en detrimento de Nobleza Piccardo, la otra actora importante del negocio, el leve declive es un riesgo y ha puesto el grito en el cielo contra la Justicia, y también de paso contra la Casa Rosada. Ya apeló el fallo que beneficia a Tabacalera Sarandí, también el Gobierno hizo lo propio con una presentación ante la Corte Suprema de Justicia en octubre del año pasado, sin novedades hasta el momento. El segundo paso entonces es la reformulación de los proyectos de negocio y a eso hay que sumar la incidencia de la crisis económica, que no es lo más importante porque los fumadores siguen comprando. El problema para Massalin es que ya no compran tanto su Philips Morris y ahora también se vende Golden Virginia o Red Point que son de Sarandí.
El cuadro tiene una complejidad que excede ampliamente el margen de acción local. Lo que haga o pueda hacer la Provincia o el Municipio de Goya difícilmente alcance para compensar las pérdidas que están evaluando en la multinacional. Por ejemplo, Ignacio Osella confesó que la posibilidad de un diferimiento de la liquidación de un impuesto interno fue gestionado por la firma, pero quedó en suspenso porque no se volvió a hablar del tema. “Hay que ver cuál es la voluntad de la empresa, si realmente quiere quedarse en Goya o no”, se sinceró el Intendente en diálogo con Radio Power de esa ciudad. ¿Y qué dice el directivo O’Farrell?, le preguntaron. Y qué dice el directivo de Massalin? “Me dijo que es un tema que lo decide la empresa a nivel regional (América Latina) no en Argentina”, explicó el jefe comunal.
Según parece la multinacional está apretando resortes para articular una medida en su favor en el marco de la puja comercial de fondo que tienen con la incipiente competidora. Por lo pronto, en medio de la preocupación social que se generó en Goya, ya consiguió que el Ministerio de Producción de la Nación tome nota y se ocupe del tema, a la par Osella insinuó que concurrirán a la Justicia contra Tabacalera Sarandí. La Provincia tal vez use el teléfono directo con Balcarce 50. En plena campaña no es buena noticia la caída de persianas de una fábrica.
La movida tiene tufillo a lobby empresario, muy corriente en el mundo de los negocios. Sin embargo, para Goya es vital, se trata de una fábrica histórica que da trabajo a casi 300 familias.
INTENDENTE DE GOYA.
Estamos preocupados por la situación de Massalin Particulares y ocupándonos para tratar de encontrarle la vuelta al problema. El ministro (de Producción) Dante Sica nos adelantó que en los próximos días va a estar convocando a una reunión a los representantes del sindicato (del tabaco), a la empresa, a la Provincia y también al Municipio, esperemos que concurran todas las partes y que a partir de ese encuentro podamos establecer consensos que nos permitan mantener la fuente de trabajo en Goya.