Luego de la derrota en las elecciones presidenciales, Mauricio Macri planifica sus próximos pasos. Más optimista por el respaldo del 40% de los votos que obtuvo en las urnas, el Presidente da señales de que pretende liderar la futura oposición a Alberto Fernández e involucrarse en el rearmado de su fuerza.
En sintonía con la reacción del Presidente, los referentes de la Juventud Pro, la Fundación Pensar y el G-25, organizaciones icónicas del proyecto político de Macri, no consideran que el revés electoral marque un fin de ciclo del modelo Pro. Al contrario, aseguran que sus agrupaciones seguirán activas para defender los ideales del macrismo después del 10 de diciembre.
El triunfo de Alberto Fernández en las elecciones generales dejó un sabor agridulce entre los jóvenes. A pesar de la derrota, están conformes con la remontada de Macri post PASO. "Es un escenario distinto al que imaginábamos. Consolida más que nunca el espacio que representamos", afirma Camila Crescimbeni, presidenta de Juventud Pro. Con mandato hasta junio próximo, dice que la agrupación está "sólida" y se prepara para ser oposición al kirchnerismo. Y cuenta que recibió pedidos de jóvenes extrapartidarios para sumarse a militar después de la elección.
Crescimbeni representará a la organización en la Cámara de Diputados junto con Ignacio Torres (Chubut) y Dina Rezinovsky (CABA). No imagina una postura de "resistencia", como la que adoptó La Cámpora tras la victoria de Macri en 2015. "Cuando llegamos a la gestión hubo una mirada destructiva", recuerda. Considera que la nueva composición del Congreso fomentará el diálogo entre las fuerzas: "Necesitamos una Argentina de consensos".
Para los líderes de La Generación, que agrupa a dirigentes sub-40 del oficialismo, la derrota forma parte de un "aprendizaje". Tendrán intendentes, legisladores y concejales. "Siempre nos planteamos con una visión de futuro. Eso no se agota en un mandato", dice la presidenta de la organización, Noelia Ruiz.
Al igual que Crescimbeni, la presidenta de La Generación aventura una oposición "razonable" al kirchnerismo: "Siempre construiremos desde el diálogo, no nos vamos a poner en el lugar de la resistencia. No creemos en eso".
Los intendentes Martín Yeza (Pinamar) y Ezequiel Galli (Olavarría) fueron reelectos en sus cargos, mientras que Francisco Rato ganó en San Antonio de Areco. Alex Campbell, Ruiz y Sergio Siciliano tendrán bancas en la legislatura de la provincia. También aspiran a fortalecer su presencia en la Ciudad con la reelección de Horacio Rodríguez Larreta.
La Fundación Pensar
La actividad de la Fundación Pensar, el think tank del macrismo, estuvo interrumpida durante las últimas semanas por la campaña. Pero sus referentes aspiran a mantener en funcionamiento la organización después del recambio de gobierno.
La Fundación Pensar se había relanzado en abril del año pasado bajo el mando de la diputada nacional Carmen Polledo. Asistieron a referentes locales del oficialismo en 15 provincias para que elaboraran diagnósticos y planes de gobierno. Además, organizaron encuentros de dirigentes del interior con ministros y funcionarios nacionales.
"La Fundación tiene un potencial enorme para seguir trabajando en todo el país", afirman desde Pensar.
Si bien el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el senador nacional Esteban Bullrich son los referentes políticos, al frente de la fundación está Eduardo Braun, director de Aeropuertos Argentina 2000. Con células en el interior del país, también pretenden continuar con el trabajo de la ONG después del 10 de diciembre. "Tenemos un rol que va más allá de lo partidario, queremos que la gente se involucre con lo público", indicaron desde el consejo directivo.
Dietrich, uno de los fundadores del G-25, seguirá "acompañando" el trabajo de la organización. Planea regresar a desempeñarse en el sector privado, pero también pretende participar en el Pro y la futura oposición.
El G-25, que se nutre de aportes privados para sustentarse, también fue un nexo con empresarios interesados en apoyar con fondos las campañas de Macri.
La Fundación Pensar
La actividad de la Fundación Pensar, el think tank del macrismo, estuvo interrumpida durante las últimas semanas por la campaña. Pero sus referentes aspiran a mantener en funcionamiento la organización después del recambio de gobierno.
La Fundación Pensar se había relanzado en abril del año pasado bajo el mando de la diputada nacional Carmen Polledo. Asistieron a referentes locales del oficialismo en 15 provincias para que elaboraran diagnósticos y planes de gobierno. Además, organizaron encuentros de dirigentes del interior con ministros y funcionarios nacionales.
"La Fundación tiene un potencial enorme para seguir trabajando en todo el país", afirman desde Pensar.
El G-25, que opera de forma activa desde 2013, fue pensado para captar a profesionales del ámbito privado que pretenden ingresar en la función pública. Pero en los últimos meses la ONG se ocupó de capacitar de fiscales de Juntos por el Cambio para los comicios.
Si bien el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el senador nacional Esteban Bullrich son los referentes políticos, al frente de la fundación está Eduardo Braun, director de Aeropuertos Argentina 2000. Con células en el interior del país, también pretenden continuar con el trabajo de la ONG después del 10 de diciembre. "Tenemos un rol que va más allá de lo partidario, queremos que la gente se involucre con lo público", indicaron desde el consejo directivo.
Dietrich, uno de los fundadores del G-25, seguirá "acompañando" el trabajo de la organización. Planea regresar a desempeñarse en el sector privado, pero también pretende participar en el Pro y la futura oposición.
El G-25, que se nutre de aportes privados para sustentarse, también fue un nexo con empresarios interesados en apoyar con fondos las campañas de Macri.
El Pro y el búnker de Balcarce: El Pro, que renovará sus autoridades en marzo próximo, será el ring de las internas del macrismo. Hay quienes impulsan a María Eugenia Vidal como posible sucesora de Schiavoni. Mientras que Rodríguez Larreta, reelegido en la ciudad, quiere que haya una representación amplia y que el partido haga un aporte constructivo al futuro gobierno de Fernández.
Ya con mucho menos actividad que durante la frenética campaña, el búnker de Balcarce 412 seguirá siendo la sede del macrismo. El Pro compró el edificio el año pasado, una operación que vieron como señal de su "vocación de permanencia".
Por: Matias Moreno (La Nacion)