En estos días el Parlamento Europeo ha despejado los nubarrones que se cernían sobre la industria del vino, al aprobar una enmienda que desvincula el consumo moderado de vino y el cáncer. Lo que aleja las posibilidades de incluir alertas sanitarias en las botellas tan truculentas como las que llevan los paquetes de cigarrillos. Expectativa del comité de lucha contra el cáncer y los detractores del vino.
En las sesiones parlamentarias previas se consideraba al alcohol (sin distinción) tan cancerígeno como el tabaco y se reclamaban medidas para disuadir el consumo, como el de incluir mensajes sanitarios en el etiquetado. Finalmente, la resolución que resultó no habla de que “el consumo de alcohol es un riesgo para muchos tipos de cáncer”, sino de que “el consumo nocivo de alcohol es un riesgo para muchos tipos de cáncer”.
Este adjetivo “nocivo”, abre la puerta a la defensa de un consumo moderado y responsable, punto esencial para la vitivinicultura.
Gracias a esa resolución, que sin duda tendrá una repercusión global, al marcar la diferencia entre el consumo abusivo y moderado de alcohol, se dejó en minoría la iniciativa de que se impriman en la etiqueta de la botella de vino alertas sanitarias como la de los cigarrillos. En su lugar, se deberá incluir información sobre la necesidad de un consumo moderado y responsable. Al respecto, en nuestro país, “Beber con moderación. Prohibido su venta a menores de 18 años”, es la leyenda de prevención que se lee en cada botella que se comercia.
Sin que signifique condenar la lucha contra el cáncer, esa resolución del Parlamento Europeo constituye un hito histórico que trae alivio al sector de vino. Para quiénes el vino representa un estilo de vida y un sector esencial, gran creador de empleo.
De:Valentín Francisco Ugarte *El autor es abogado.