La Unión Europea ha decidido ampliar notablemente los poderes de Europol, su agencia policial. El Consejo de la UE, en el que se sientan los ministros de Interior de los 27, ha aprobado este martes una reforma de la agencia que introduce dos grandes novedades.
La primera es que Europol gana la facultad para solicitar datos sobre ciudadanos a empresas privadas, principalmente a operadoras y plataformas de internet, que podrá cotejar para identificar qué Estados miembros podrían abrir investigaciones contra delitos relacionados.
Hasta ahora se nutría exclusivamente de información aportada por las fuerzas de seguridad y otras autoridades públicas. La segunda, la que más inquieta a los activistas en favor de la privacidad, es que podrá solicitar datos sobre personas que no caigan en alguna de las cinco categorías permitidas hasta ahora: presuntos autores de un delito, presuntos cómplices, personas previamente condenadas, testigos o víctimas.