Macri se sintió fortalecido tras obtener el 40% de los votos y se autoproclamó como jefe de la oposición. Vidal y Rodríguez Larreta ensayan su estrategia propia y la UCR exige reacomodamientos.
La mejora relativa entre las PASO y las elecciones generales hizo que la salida del poder sea menos traumática para Cambiemos. Con el 40% de los votos a nivel nacional, Mauricio Macri se presentará como el líder opositor a partir del 10 de diciembre. Pero entre los socios de la alianza hay malestar. Tanto el eje Horacio Rodríguez Larreta-María Eugenia Vidal como los radicales reclaman repensar Cambiemos. El rol de Marcos Peña, los pases de factura por la derrota y el futuro vínculo con el gobierno de Alberto Fernández.
Internas en el Pro:
Paradójicamente, el presidente saliente se sintió fortalecido a pesar de haber sido vencido en los comicios del domingo. Juntos por el Cambio sumó más de 2 millones de votos, superó el umbral del 40% y redondeó un desempeño alejado de las previsiones más apocalípticas. Durante el segundo tramo de la campaña, Macri se dio su baño de masas y consiguió movilizar a su electorado. Desde esta perspectiva, impulsada por el jefe de Gabinete Marcos Peña, el mandatario seguirá como líder indiscutido de Cambiemos y jefe de la oposición del próximo ciclo político.
Pero las derrotas traen heridas y la del último domingo no fue la excepción. Los ánimos están agitados en el mundo Pro. Vidal y Rodríguez Larreta están abiertamente enfrentados a Peña, un incondicional de Macri. Le critican haber aislado al Presidente, haber permitido la reunificación peronista y haber confiado de forma desmedida en la potencia de las redes sociales durante la campaña electoral.
En la Casa Rosada devuelven el pase de facturas: sugieren que tras la debacle post-PASO, la gobernadora dio por perdida la elección y no puso el esfuerzo suficiente para remontar la contienda. El martes, el Presidente recibió en la casa de gobierno a su primo Jorge Macri, que aspira a pelear por la gobernación. "En este espacio ya no hay una gobernadora que represente a todos", señaló hoy el intendente de Vicente López. La puja por la conducción política en la Provincia también está abierta y nadie la disimula.
A partir de diciembre, Rodríguez Larreta será el único dirigente de la mesa chica del Pro a cargo de un territorio grande de gestión. Sin posibilidad de reelegirse en 2023 en la Ciudad de Buenos Aires, intentará construir una candidatura nacional. Cuenta para eso con el apoyo de Vidal, que será la principal opositora a Axel Kicillof en la Provincia y ya se anota para competir en las elecciones intermedias de 2021. ¿Constituirán un polo de poder independiente de Macri? Tiempos de renovación en la UCR:
El pasaje a la oposición también provoca reacomodamientos entre los radicales. La facción interna más cercana a Macri (Mario Negri y Oscar Aguad, entre otros) perderá peso y ganará influencia el sector más crítico con el mandatario saliente (referenciado en el mendocino Alfredo Cornejo y Martín Lousteau). Cornejo reclamará asumir la jefatura del interbloque de Cambiemos en Diputados, lugar ocupado hasta ahora por Negri. Lousteau se prepara para competir por la jefatura de gobierno porteño o, eventualmente, por la presidencia en 2023. La hoja de ruta fue trazada con independencia de la estrategia de Macri.
Los radicales quieren encarnar una oposición responsable y moderada frente al gobierno de Alberto Fernández: manejan gobernaciones -Mendoza, Jujuy, Corrientes- que requieren buena sintonía con el poder central. Macri, por su parte, radicalizó su discurso en la parte final de la campaña y se erigió como el fiel representante del electorado más antiperonista en lo político y neoliberal en lo económico. La actitud que tome Cambiemos en la oposición también será materia de tensión. ¿Podrá Macri sostener su liderazgo ante tantos frentes de batalla abiertos?.
