Singular episodio ocurrió este jueves en Samaspur, estado de Uttar Pradesh, norte de la India.
Había llegado el día soñado: por fin, Mangesh Kumar se casaría con la bella Surabhi. El novio se presentó con su familia en la casa de la prometida. Tras los saludos de protocolo, comenzó el Saptapadi, un tradicional ritual hindú que consiste en dar siete pasos. Al final del recorrido, se convertirían en marido y mujer.
Pero antes de completar la celebración, la novia comenzó a sentirse mal y se desmayó. Inmediatamente, los familiares de Surabhi la llevaron al hospital, donde sólo pudieron constatar su fallecimiento.
“Según los médicos, murió de un infarto”, declaró Ajab Singh, tío de la joven, a un medio local.
Pero el futuro esposo no quería terminar la jornada sin concretar un matrimonio. Así que le pidió a la familia de la difunta que le permitieran casarse con su hermana menor.
Saurabh, el hermano de la mujer, reconoció que “no sabíamos qué hacer en esa situación. Ambas familias se sentaron juntas y discutieron el asunto. Al final, estuvieron de acuerdo”, expresó.
Como los preparativos de la boda ya estaban listos, Mangesh se casó ese mismo día con Nisha, la hermana menor de la fallecida, cuyo velatorio ocurría en otra habitación de la casa.
“Fue una situación extraña, ya que la boda de mi hermana menor estaba siendo realizada mientras el cuerpo de mi hermana mayor yacía en otra habitación”, dijo Saurabh.
“Fue una decisión difícil para nuestra familia”, reconoció Ajab Singh. “Una hija yacía muerta en un cuarto y la boda de otra hija estaba siendo solemnizada en la otra habitación. Nunca habíamos sentido emociones tan dispares. El dolor por su muerte y la felicidad por la boda aún no fueron asimilados del todo”