El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado este domingo su intención de someter su acuerdo del Brexit a un "voto significativo" en el Parlamento el lunes. "Tenemos los votos suficientes para sacarlo adelante", declaró el secretario de Exteriores Dominic Raab, que advirtió que la fecha de la salida de la UE sigue siendo el 31 de octubre.
Johnson iba a someter su acuerdo a votación el sábado, pero su intento se vio frustrado por una enmienda respaldada por la oposición por y ex conservadores "rebeldes" (por 322 a 306 votos) reclamando la extensión del Brexit. El "premier" retiró repentinamente la votación de su acuerdo ante el temor una derrota parlamentaria.
El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, decidirá en cualquier caso el lunes si se puede celebrar la votación tras la marcha atrás del propio Johnson el sábado. Varios diputados han anunciado entre tanto su intención de llevar al "premier" a los tribunales por "desacato", al enviar una carta a Bruselas (sin firmar) pidiendo la extensión, junto a otra misiva (firmada) alegando que un nuevo retraso del Brexit sería "un error".
Michael Gove, ministro para los preparativos del Brexit sin acuerdo, decidió activar la así llamada Operación Yellowhammer, el plan de contingencia en el caso del "no deal". Gove reiteró que el Brexit se producirá, de una manera o de otra, el 31 de octubre y que el obstruccionismo del Parlamento ha hecho aumentar las posibilidades de una salida "a las bravas".
El portavoz para el Brexit del Partido Laborista, Keir Starmer, anunció por su parte la intención de su partido de presentar esta misma semana una enmienda reclamando la celebración de un segundo referéndum de la UE. Starmer aseguró que su partido estaría dispuestos a dar el visto bueno al acuerdo de Johnson siempre y cuando decidiera someterlo a una consulta popular.
Nigel Farage, al frente del Partido del Brexit, se desmarcó entre tanto de Boris Johnson y aseguró que la única salida posible a la actual parálisis política sería una nueva extensión de tres meses de la salida de la UE para celebrar unas elecciones anticipadas y cambiar la aritmética del Parlamento.
La máxima confusión reina en cualquier caso en el Reino Unido a falta de menos de dos semanas para la fecha estipulada para el Brexit. Los analistas políticos advierten de que Boris Johnson podría romper definitivamente la baraja si logra el apoyo parlamentario a su acuerdo con la ayuda de una decena de laboristas favorables al Brexit.
Las fuerzas de la oposición cuentan sin embargo aún con suficiente artillería en Westminster para frustrar sus planes y reclamar un segundo referéndum, sobre todo tras la manifestación convocada por People's Vote que logró reunir a cerca de un millón de británicos en las calles de Londres el sábado.