La situación política interna de la Mesa de Enlace se complejizó aún más luego de la marcha del campo PRO el último 9 de Julio, en San Nicolás. El sector más ultra del agro no sólo forzó a las cuatro entidades a participar de un acto en el que no convocaron orgánicamente, sino que les pone presión para ir al fleje en la relación con el Gobierno, a riesgo de quedar deslegitimadas como representatividad de la ruralidad primaria.
Confederaciones Rurales (CRA), Coninagro, Federación Agraria (FAA) y Sociedad Rural (SRA), atraviesan internas y problemas diversos que los ponen en un frente de voluntades cada vez más complejo, que expone diferencias. La reacción más rápida fue de Jorge Chemes, titular de CRA y el primero que confirmó presencia el 9 de Julio. Había pedido, incluso, un comunicado conjunto de apoyo a la marcha, reclamo que quedó en la nada luego de que se conociera la intención de dirigentes de Cambiemos de presenciar la manifestación.
Chemes pulsea hoy para romper el diálogo con el Gobierno Nacional. En su entorno, contaron a Página I12 que él mismo les explicó a varios pares que “no estamos consiguiendo ningún resultado sentándonos a la mesa”. Los que lo conocen agregan que es el más cercano ideológicamente a Cambiemos y que su agrupación es hoy la más extrema de las cuatro, lo que lo obliga a salir a jugar. “Esto fue un hito”, dijo Chemes sobre el 9 de Julio. Sus compañeros, no tan de acuerdo.
Sociedad Rural en apuros La Sociedad Rural atraviesa un momento particular. Tras el cambio de mando, hubo al menos dos reuniones de su titular, Nicolás Pino, con funcionarios del Gobierno. En la última, se enteró junto a sus pares que se planean nuevas excepciones al cepo de exportación de carnes. Así y todo, Pino fue a San Nicolás para matizar las ansias de bases de la entidad, ligadas a Cambiemos y al ex secretario de Agricultura de Macri, Luis Miguel Etchevehere.
En paralelo, la casa más conservadora del agro pasa por un rojo financiero inédito, y ya arrancó una caza de los culpables. De hecho, el propio Pino mandó hace semanas un mail a los socios explicando parte del problema. Cuentan que desde los años de Etchevehere se acumulan problemas económicos y desmanejos, que terminaron con un pasivo mensual a junio de 12 millones de pesos, 3 de los cuales es déficit operativo y el resto deudas.
El principal factor, el no funcionamiento del predio ferial por la pandemia, que hasta 2020 le generaba cuantiosos ingresos. El resto del desbarajuste, gastos curiosos. Se encontraron, por caso, seis cocheras en la sede de la calle Florida que se siguieron pagando cuando hace más de un año no están en uso. O contratos de catering que tampoco se consumen.
Algunos de los socios pidieron poner en venta el edificio de Florida 460, un palacio de lujo con una fachada que es patrimonio nacional. Ante la consulta de este diario, desde la entidad niegan que eso vaya a ocurrir, pero admiten que hay en curso una mudanza de ese lugar a un edificio que se construyó en el lado del predio de Palermo que da a la calle Juncal. En esa edificación, la Rural S.A. puso el terreno y se quedó con 4 pisos para sí.
Curiosamente, cuentan los socios que la crisis se hizo peor cuando, en los años de Daniel Pelegrina, se le pidieron al Gobierno ATP para pagar salarios, pero solo duraron un mes: por la presión de algunos de no depender del Estado, se dejaron de inscribir al mes siguiente. Hoy, están en pleno ajuste: reducción de salarios y hasta auditorías de los consumos eléctricos.
Coninagro y FAA son dos capítulos aparte. Carlos Iannizzotto pidió licencia en la entidad de cooperativas para ser candidato a legislador por Mendoza. Asumió su vice, que fue enviado de compromiso a San Nicolás. De perfil bajo, no se sabe qué rumbo tomará Coninagro, que hasta ahora venía cuestionando fuerte y en público la penetración del macrismo en las entidades del agro, en una guerra manifiesta con Etchevehere.
Por el lado de FAA, no pocos se sorprendieron por el discurso encendido de su titular, Carlos Achetoni, el 9 de Julio. Se puso colorado del esfuerzo y dureza con el Gobierno. No fue casual. En esa zona están los campos del ex titular de FAA, Eduardo Buzzi, quien en la previa criticó duro el rol de la entidad en una marcha de ese estilo, cuando fue la Federación una de las más beneficiadas por exenciones a las exportaciones no de ahora, sino desde varios años atrás. Achetoni está jaqueado por el rumor de delfines de Buzzi jugando en la interna y por la presidencia, sumado a las críticas de buena parte de las bases de una entidad asociada a los pequeños productores.